Por: Sonia Catalina Castañeda
“Esa idea de reciclaje que se nos vendió como solución, nos mantuvo con los ojos puestos en una mentira y en la responsabilidad individual” expresó Santiago Rivas, artista plástico y presentador de Los Puros Criollos; ante un auditorio lleno de un público expectante y atento a cada una de las palabras que expresaba el invitado.
El último evento del segundo día del Festival, estuvo lleno de reflexiones y cuestionamientos alrededor del arte, las protestas y su efectividad en el contexto social, político y ambiental. A las 6:30 de la tarde del jueves 17 de octubre, en el auditorio Olga Tony de la Universidad Surcolombiana, se realizó el conversatorio “un tomatazo para la Mona Lisa”, moderado por Juan Perdomo, diseñador gráfico y el presentador y artista plástico Santiago Rivas como invitado principal.
Para Rivas, el arte es fundamental, ya que es la memoria y el patrimonio de la humanidad. Y las formas de protesta que sea realizan alrededor de este, por ejemplo, los activistas tirando sopa al cuadro de La Mona Lisa, deben evaluarse de qué forma son efectivos y no cómo se realizan; y ante esto, comentó: su efectividad es que en este momento estamos hablando sobre eso, son prueba de qué tal vez si funciona. ¿Qué carajos nos importa La Mona Lisa de cara a esto?
Además, agregó que el ser humano no puede no crear, ya que esa es nuestra forma de ser y de habitar. Aunque la responsabilidad del arte no es protestar y no es su función histórica, sí comunica la pulsión interna de una persona y la hace universal. “Necesitamos del arte y de la memoria del arte”, comentó Santiago, a la vez que mencionaba cómo las galerías convirtieron el arte en un negocio.
Durante esta conversación que sostuvieron Juan Perdomo y Santiago Rivas, cuestionaron la forma en cómo las personas ven las protestas, preguntándose: ¿Qué tenemos que hacer para que sea efectivo y te guste? Haciendo una crítica a cómo la sociedad ve cualquier tipo de protesta, y opinando en contra de ellas. Mencionando también que, la mayoría de estas son respuesta a la impotencia que sentimos ante una sociedad que la genera.
Las risas no faltaron en el auditorio, pues lo que caracteriza a Santiago es su estilo cómico y satírico al momento de realizar cuestionamientos y críticas sociales, políticas y ambientales. El público presente disfrutó de una conversación enriquecedora, llena de reflexiones y críticas con las que la mayoría estuvo de acuerdo.
El humor característico de Santiago generó que los participantes estuvieran atentos y además, con ganas de que la conversación siguiera por más tiempo; razón por la cual, al finalizar el conversatorio, hubo muchas preguntas y participación por parte del público. La mayoría lo felicitó por su trabajo, y las preguntas que realizaron giraron alrededor de las protestas y del arte, aterrizando esto a lo local y las formas de protesta dentro de la universidad.