Tres periodistas del equipo Cinexcusa hacen un panorama del Festival. Mayela Trujillo narra su experiencia en primera persona. Andrés Matta hace un recorrido por los cinco días del Festival y Carlos Luna muestra el día a día.
Yo crecí con Cinexcusa
Mayela Trujillo
Prensa Cinexcusa
Del 21 al 25 de octubre, el Festival de Cine de Neiva Cinexcusa, cerró su versión número 14 y como tema escogió Las Migraciones, brindando a la ciudad de Neiva una oportunidad para pensar al otro que viene desde otro lugar, como a una persona cercana, como a un amigo, como a personas completas que tienen una historia que contar y que merecen ser escuchados.
Durante 5 días, lo que es llamado ‘el problema de la migración’ fue abordado como una oportunidad para pensarnos, no sólo desde nuestra nacionalidad, sino desde las profundas raíces que nos unen como latinoamericanos y mucho más, como humanos que habitamos una misma tierra.
Fueron más de 20 invitados hablando desde sus disciplinas, vivencias personales e investigaciones sobre el efecto migratorio, 42 proyecciones que contaron desde distintas perspectivas y lenguajes la vida de los migrantes y 17 escenarios que abrieron sus puertas para recibir a cientos de personas amantes del cine, el diálogo, la literatura y la música. Hubo llanto frente a las duras historias de vida compartidas en el espacio del Festival llenas de historias de desarraigo, de soledades, de nostalgias profundas, de despedidas a media, de promesas de retorno.
El público que ha vivido en carne propia la aventura, el desafío y el dolor de migrar se abrió en los distintos escenarios y compartió sus propias anécdotas. Como todos los años, en esta versión Cinexcusa logró ser uno de los eventos públicos más íntimos, al lograr que el espíritu de los invitados y sus asistentes hablara sin temor ni prejuicios.
Logrando un análisis histórico, contextual y coyuntural, Cinexcusa tuvo entre sus invitados a la reconocida periodista María Teresa Ronderos, al escritor Santiago Gamboa, al experto en migraciones David García, al productor Carlos Ernesto Gómez, al antropólogo Juan Thomas Ordóñez y al abogado Luis Fernando Pacheco, entre muchos más. También desarrolló como todos los años sus talleres para la ciudad, sus actividades en colegios públicos a través de la sección Cine al Tablero, y la promoción del talento colombiano con su Competencia Nacional de Cortometrajes que recorta las distancias y ahora resuena en ciudades como Cúcuta.
Si bien toda la programación del Festival Cinexcusa tuvo un valor alto, voy a permitirme ser subjetiva y mencionar aquellos momentos que a mí me conmovieron o impresionaron más en estos mágicos y movidos 5 días que alimentan mi gusto por el Festival.
Como amante de la poesía y la radio, la conversación titulada Diálogos sin nombre me sorprendió. Fue una reunión de cuatro amigos de diferentes profesiones que realizan un podcast homónimo: el abogado, Luis Fernando Pacheco; la poeta, Ana Patricia Collazos; el asesor jurídico, Vladimir Salazar; el médico, Adonis Tupac Ramírez y el periodista, Rafael Sánchez. Me agradó que abrieran el micrófono a la poesía gracias a la sensible Ana Patricia Collazos que compartió sin reparos uno de sus más hermosos poemas al público y con su voz transportó el auditorio Olga Tony Vidales a nuestros orígenes, al tiempo de los valientes indígenas en las tierras de la montaña luminosa. Ese momento nos unió a todos los asistentes y nos recordó que el Festival se ha vuelto políglota, habla distintos lenguajes del alma, usa todas las artes y convoca un polifacético ágora de todas las edades reunidos durante 5 días para escucharnos los unos a los otros.
Esa misma noche, el melómano Juan Carlos Garay compartió en el clásico auditorio Olga Tony Vidales una completa exploración musical por los géneros del blues y el jazz que expresan las dolorosas historias de esclavitud, desplazamiento y nostalgia de las personas africanas que fueron arrancadas de sus tierras y situadas en países extraños. Pero que también lograron transmutar a través de tambores, maracas, koras, kashakas y gonkoques toda esa tristeza y convertirla en cantos de alegría que casi se convirtieron en la pista de danza de los asistentes que manifestaron con los movimientos de su cuerpo, el gusto por todas las armonías que la generosa África nos regaló al mundo después de siglos de abusos y explotación.
Así conocí el Cinexcusa: 14 años de vida en muchas vidas. Recuerdo la penumbra del camino que conducía al salón, al abrir la puerta todo era más oscuro, lo primero que noté fue a un joven alto, con gorra, que fijó su mirada en mí y en ese momento me sentí más pequeña de lo que era. Yo, una chica de grado noveno, con su traje de colegiala – esa jardinera que tanto me gustaba porque terminaba en encaje y me sentía como una muñeca- en un salón lleno de universitarios y universitarias que para mí eran todos interesantes en esa época. Pero el joven no me hizo sentir extraña, ni fuera de lugar, ni entrometida, me dijo: ¨bienvenida¨.
En ese preciso momento, año 2005, en un salón del programa de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Surcolombiana, a las 7 de la noche y gracias a un simple video-beam y 4 soñadores, gran parte de mi vida cambió. Aún hoy, Luis Manrique, Hernando Flórez, Héctor Martínez y Ramiro Méndez, los fundadores del Cinexcusa, tal vez no terminen de dimensionar el fundamental y profundo aporte que hicieron a la vida de muchos jóvenes como yo. Ellos abrieron la puerta del cine a nuestras cotidianidades, nos mostraron otras realidades, otros mundos, otros discursos, otras posibilidades. Mis ojos de 13 años guardaron para siempre el bigote risueño de Charles Chaplin en Tiempos Modernos, ese personaje que sólo había visto en la Enciclopedia Encarta, o en cortos que se presentaban tardísimo en Señal Colombia (y que veía a escondidas, porque mi madre desconfiaba de la programación televisiva a la que estaba expuesta su hija a las 10 de la noche) estaba ahí, en mis manos, en ese salón que casi no encuentro y al que llegué por un cartel casual pegado en una fotocopiadora de la Universidad que invitaba a un cineclub llamado ‘Imagen’.
Desde ahí me volví en una de los cientos de seguidores que tiene el Festival de Cine Cinexcusa. Viví con emoción su pre-versión, llamada ´Semana Starwariana´ y su primera edición del 2006 cuando cerraron las ágoras de la Universidad Surcolombiana y la inalcanzable Diana Uribe, se hizo alcanzable gracias a la gestión de estos amigos de Comunicación Social y Periodismo, que han logrado eso, permitir al público no sólo del Huila sino del surcolombiano y más, saltar fronteras, acercarse a los escritores que han leído, los directores que han visto, los productores que han seguido.
Como muchos fieles al Festival, he disfrutado y aprendido de los temas responsablemente asumidos en cada una de las versiones. Es así como en el marco de mi propia vida, mientras que terminaba mi pregrado, empezaba mis primeros trabajos y continuaba mi educación, siempre estuvo presente la emoción de una nueva versión del Cinexcusa, una semana favorita en septiembre y luego octubre, que nos convocó a hablar profundamente temas como las guerras mundiales, el conflicto armado colombiano, el proceso de paz, el narcotráfico y la migración.
Al momento de escribir esta crónica me preparo para asistir a la función de la película colombiana ´Monos´, que representará a Colombia en los Premios Oscar 2020 y fue proyectada en el Royal Films a precio de estudiantes, gracias a la gestión del Festival de Cine de Neiva Cinexcusa. Espero que quienes estén leyendo esto me hayan dicho ´hola´ en la clásica fiesta que el Festival suele realizar para su público y que con el pasar de los años se han convertido en una modesta fraternidad, y si se perdió alguna parte de la programación, no se preocupe, nos vemos el próximo año para conversar, ver películas, apreciar expresiones artísticas, escuchar buena música y bailar sin excusas.
Feliz viento.
Cinexcusa se prepara para el 2020
Andrés Matta
Prensa Cinexcusa
Entender que la migración no es sinónimo de odio, violencia, discriminación o criminalidad, que por el contrario es algo cercano a la diversidad cultural, enriquecimiento intelectual y oportunidad de crecimiento económico fue uno de los mensajes centrales que compartió el 14º Festival de Cine de Neiva Cinexcusa que tuvo como tema central Las Migraciones.
Durante cinco intensos días llenos de cine, música, fotografía, literatura, talleres y otra serie de actividades en torno a la temática central, cientos de personas vivieron un viaje plagado de saberes. Por esa razón sus co-directores Luis Eduardo Manrique, Hernando Flórez y Héctor Martínez, le apostaron a la creación del Cinexcusa, de allí su primer eslogan ‘Un pretexto para ver la historia’.
Críticos de cine como Augusto Bernal, periodistas de la talla de María Teresa Ronderos, escritores como Santiago Gamboa, melómanos de la talla de Juan Carlos Garay, productores de grandes películas colombianas como Maritza Rincón, expertos en fenómenos migratorios del talante de Juan Thomas Ordóñez o del argentino Sebastián Ortega y sociólogos especializados como el togolés Maguemati Wabgou fueron parte del gran ramillete de invitados que tuvo el Cinexcusa en sus 14 años.
Estos grandes académicos e intelectuales que decidieron apostarle y decirle sí al Cinexcusa en esta versión, no solo nutrieron el conocimiento de los presentes a través de su experiencia, sino que se convirtieron en oyentes de las inquietudes del público. Por ejemplo, durante la charla que sostuvo el psicólogo Julián Vanegas con dos ciudadanos venezolanos que viven en Neiva debido a la situación actual en su nación.
Una Charla desgarradora, divertida, anecdótica en sí misma y bastante enriquecedora, fue la que Vanegas sostuvo con las dos personas migrantes que desde hace un largo tiempo viven una batalla diaria para sobrevivir en un entorno distinto, dejando atrás no solo familiares sino su misma vida. Esta conversación llevada a cabo durante el último día de festival, fue uno de los momentos más sensibles a lo largo de todo el Cinexcusa.
Sin duda alguna, hablar de la cartelera del Cinexcusa es una delicia para los especialistas del séptimo arte. Monos y su postura cruda y al mismo tiempo extraordinaria, Candelaria con la bella historia de dos longevos esposos cubanos que viven sus últimos días dando un quiebre a su aburrida rutina atravesada por el amor, Los Días de La Ballena con la valiente postura de Cristina y Simón a partir de sus grafitis y La Soledad y su desgarradora visión del ciudadano de una Caracas en medio del caos, son parte del espectacular cartel cinematográfico que brindo el Cinexcusa durante los cinco días de proyecciones.
Películas de Finlandia, Venezuela, Estados Unidos, Francia, Irán, Irlanda, Canadá, Bélgica y por supuesto Colombia, se convirtieron en la ventana predilecta para observar y darle análisis al fenómeno migratorio a través de la pantalla grande.
Los más de 42 trabajos audiovisuales, los 17 escenarios, la calidad de invitados, cada una de las conclusiones en los conversatorios, la certificación a través de talleres y un sinnúmero de aprendizajes, vivencias y experiencias de esta versión del Festival fueron un abrebocas de la próxima edición Cinexcusa que en 2020 cumplirá 15 años como el festival con mayor relevancia en todo el sur del país después de las fiestas del San Pedro.
Porque hay que decir que Cinexcusa 2019 apenas termina y ya se está cocinando lo que será la versión 15, la cual ya tiene temática: Luchas Sociales algo que sin duda alguna traerá una cantidad de nuevas reflexiones construidas conjunta y multidisciplinarmente desde el surcolombiano.
Así que ya saben, no dejen de ver cine y los esperamos el año que viene.
Cinexcusa piensa en sus 15 años
Carlos Luna
Prensa Cinexcusa
Cinexcusa, como se le bautizó al Festival que para este año llegó a su edición número 14 y cuya temática giró en torno a Las Migraciones, abrió sus puertas en la noche del lunes 21 de octubre sobre las 6:30 p.m. para recibir a los asistentes que ansiosos esperaban afuera del auditorio Olga Tony Vidales de la Universidad Surcolombiana y hasta donde llegaron diferentes personalidades a disfrutar de ésta nueva versión que tanta expectativa había generado.
Los carteles informativos, la difusión por redes sociales y la programación del Festival cumplieron su objetivo: convertir a Cinexcusa en tema de conversación y en plan de amigos que de a poco fueron ingresando y ubicándose en la sala que con anticipación había sido preparada para el público.
Con sala llena, los organizadores del Festival abrieron el telón con las palabras de Hernando Flórez, Co-director del cinexcusa, quien tomó la vocería y oficialmente dio el inicio a las actividades. El reloj marcaba las 7:00 p.m. cuando hizo su presentación Santiago Gamboa, escritor colombiano al que la literatura le ha marcado la vida.
17 fueron los escenarios, 42 proyecciones y 20 invitados que durante una semana se tomaron a Neiva con el tema de la migración, fenómeno que en la actualidad ha sido tan debatido.
El martes 22 de octubre desde las 7:00 de la mañana se encendieron las luces de los carteles y el equipo humano que trabajó para esta versión del Festival, inició en campo su ardua labor en pro del buen desarrollo de todas las actividades diarias a las que llegaban invitados colombianos y de diferentes nacionalidades a exponer sus conocimientos de migración, desde una diversidad de disciplinas: cine, periodismo, poesía, escritura, producción audiovisual, derecho y música que permitieron abordar la migración desde diferentes perspectivas.
Esquivando obstáculos y recorriendo más distancias de las habituales, la gente llegaba a Cinexcusa, ¿por qué? Las obras que se adelantan en la Universidad, el escenario principal del Festival. Pero eso no fue impedimento para que antes de cada presentación, la gente se agolpara junto a las mesas donde previo al ingreso y se registrara para luego entrar a la sala que gracias a su aire acondicionado refrescaba y calmaba el fuerte calor que como de costumbre azota la ciudad.
El calendario marcó el miércoles 23 y eso significó el tercer día del Festival. Al escenario llegaba una cuota colombiana encabezada por Augusto Bernal, quien en entrevista con Maritza Rincón González reveló los secretos de producción de la película “Candelaria”, protagonizada por una pareja de ancianos que residen en Cuba.
La visita de Sebastián Ortega, evidenció la altura y calidad del Festival. Desde Argentina llegó este periodista experto en migraciones quien fue enfático en invitar a la transformación a la mirada que se tiene frente a las migraciones. Los asistentes quienes al ingreso mantenían una percepción infundada por los medios de comunicación y las redes sociales, modificaron su pensar luego de reconocer el error que se comete al vincular la migración al delito y con el ser peligroso.
“Salir de la típica narración de la migración, va a permitir hacer una correcta construcción a partir de la objetividad” expresó Ortega cuando se dirigía a sus espectadores que la tarde del jueves se dieron la oportunidad de aprender, mientras puertas afuera el ambiente se alteraba ante los constantes atropellos que, así como a los migrantes, a los colombianos en nuestro propio territorio nos perjudican sin tomar acción alguna.
La música llegó a darle ritmo al Festival que contó con la participación de Juan Carlos Garay, periodista, escritor y realizador del programa “La Onda Sonora”, en Radio Nacional de Colombia. África con sus ritmos marcó la tendencia en esta noche de jueves con la selecta lista de canciones que Garay escogió para hacer de la noche del Festival algo tan brillante como su cabellera que lo hizo notable al entrar al escenario, por la cual se robó las miradas de la cantidad de asistentes que manifestaban reconocer aquella voz que en las mañanas de cada sábado escuchaban por medio de sus radios en la semana de Cinexcusa, dejaron en casa para dedicarse al cine y a la lectura.
Hasta el viernes fue la programación de Cinexcusa, pero desde ya inician los preparativos de lo que será el próximo año, los 15 años del Cinexcusa.