Marcela Sánchez, activista y directora de Colombia Diversa, estuvo en Cinexcusa y habló de la lucha de todos los colores y las conquistas ganadas en el país en materia de derechos para la población LGBTIQ+. La actividad estuvo a cargo de Sol Cortés, especialista en Estudios Feministas y de Género
Por María Jimena Bello-Martínez
Colombia Diversa es una ONG que, desde el 2004, trabaja por los derechos de la población LGBTIQ+. Este colectivo investiga los abusos policiales y realiza trabajo educativo para garantizar el acceso a la justica transicional en el marco del conflicto armado justicia.
Batallas ganadas
Uno de los logros más relevantes de Colombia Diversa fue conseguir equiparar el derecho de las parejas del mismo sexo en Colombia, que antes del 2004 no existían. Fue en 2016 que estos derechos se reafirmaron.
“Recordemos que, en Colombia, hasta 1932, solo los hombres podían tener escrituras públicas. Las joyas, los vestidos, todo era de nuestro marido o padre de familia. Si usted era gay no podía ser notario, ingresar al ejército o poder contraer matrimonio”, afirmó Marcela Sánchez.
Ser diferente y ser desigual
Marcela señala que en Colombia la desigualdad radica en la forma de acceder a recursos y oportunidades. “Somos desiguales para ejercer la sexualidad tranquilamente. No es lo mismo comprar un condón en Bogotá que comprar un condón en Tumaco. Además, solemos creer que los jóvenes no pueden tener sexualidad entonces asumimos no darles información o medios para el cuidado y la protección”.
Respecto a las geografías y diferencias “Creemos que solo en Bogotá, en Chapinero está la población LGBTIQ+, pero en muchos municipios también hay grupos que luchan para reivindicar sus diferencias sexuales dentro de la diferencia racial. Es difícil ser campesino bisexual y las trans en poblaciones mineras donde se ejerce la prostitución deben afrontar diversas dificultades”.
Imaginarios que discriminan
En Colombia hace un mes un juez se negó a casar una pareja gay. “Se entiende que como persona puede ejercer la objeción de conciencia, pero como juez le corresponde interpretar la Ley, pues es un asunto que ya está respaldado por la Corte Constitucional y permite el matrimonio de parejas del mismo sexo” enfatizó Marcela Sánchez.
Marcela también señaló algunas formas de discriminación en la cotidianidad social: ser lesbiana o gay es de personas ricas; “hay discriminación de nosotros mismos cuando decimos soy gay pero no se me nota. Cuando en las familias se niega una relación y dicen les presento a mi hija y su amiga. Cuando alguien dice tengo un amigo gay que es muy lindo, pero sienten miedo de tener una amiga trans porque se le asocia con drogas, con peligro”.
Cabe recordar que hace 35 años la OMS sacó la homosexualidad de la lista de enfermedades. “Cuando uno descubre que es gay cree que está solo en la vida. Se percibe el rechazo, la culpabilidad religiosa y la carga del discurso positivista que antepone la biología para discriminar”, reflexionó Marcela.