Esmith Duarte, actual secretaria de Paz y Derechos Humanos de la Alcaldía de Neiva, cree que lo fundamental al momento de construir paz, es pensar en cómo le vamos a dejar el país a las generaciones que nos siguen.
Por Gustavo Patiño
Cinco de la tarde del segundo día del Cinexcusa. Desde su casa la periodista Ginna Piragauta se dispone a entrevistar a Esmith Duarte sobre su trabajo en la construcción de paz desde la misma institucionalidad. Ella es la actual jefa de la secretaría de Paz y Derechos Humanos de la Alcaldía de Neiva, un reto en la actualidad para la capital huilense, el municipio que más recepción de víctimas del conflicto, excombatientes de la guerrilla y reincorporados de otros grupos armados alberga en todo el departamento del Huila.
Ella, que ha sido criticada desde las dos orillas al momento de asumir esta cartera en el municipio, tiene como objetivo la implementación de la política de paz y reconciliación, Derechos Humanos y convivencia, cree que lo más importante es la construcción desde la empatía, teniendo en cuenta las diversas formas de hacer y aportar, “quiero que esta secretaría sea recordada por la empatía, que vela por el respeto de los Derechos Humanos de todos los ciudadanos no importa género, color, ideología o situación diferencial, el mayor mensaje es demostrar que aun siendo institución puedo ponerme en los zapatos del otro y sentir lo que él o ella sienten, en esa manera trabajamos para que se garantice el goce efectivo de los derechos humanos en Neiva”, afirma.
El reto: la construcción de paz
Aunque las críticas le han generado amenazas y peligros, Duarte afirmó que lo que la motiva es la verdadera construcción de paz, “el reto es construir la paz en medio de las diferencias. Desde el momento de mi designación en el mes de diciembre, ya algunos grupos opositores del gobierno municipal se han manifestado en desacuerdo y hemos llegado hasta las amenazas sobre mi vida, pero ese es el trabajo que hay que hacer”, aseguró y apuntó que “defender la paz en el país, trabajar por los derechos humanos o ser líder social, son actividades infortunadamente riesgosas en el país y quienes lo hacemos estamos conscientes de que este trabajo tal vez incomode a muchas personas, y de eso se trata, nunca mi respuesta ha sido bélica hacia los sectores que me han atacado, yo siempre los he invitado a la reconciliación”.
Los avances
Desde la Secretaría se Paz y Derechos Humanos, el trabajo ha sido de hormiga. Es menester la consolidación del Consejo Municipal de Paz, Reconciliación y Convivencia, en la que ha intentado incluir a las organizaciones sociales y defensoras de Derechos Humanos del municipio, “ahí tenemos representantes de todas las organizaciones y ha sido tan importante la participación de la sociedad civil, que es el consejo municipal de paz quien lleva la batuta en este momento en cuanto a paz y reconciliación. En las marchas trabajamos con consejeros de paz, se creó el comité de paz y el de Derechos Humanos y además no solo se crean para cumplir reglamentariamente, sino que son muy operativos, en este momento nosotros llevamos más de cinco sesiones de este consejo, el decreto nos dice que debemos hacerlo cuatro veces, pero nosotros lo hacemos mucho más porque cada que necesitamos nos reunimos o se reúne alguno de los comités y toman decisiones que luego son consultadas con el alcalde y de esa manera vamos adelantando”, contó.
La deuda con lo rural
Actualmente, una de las mayores dificultades para la Secretaría de Paz y Derechos Humanos en la implementación de la Política Pública, es las dificultades y dispersión geográfica en la zona rural neivana, “Neiva es 97% rural hablando geográficamente, entonces tenemos que tener en cuenta la ruralidad y lo dispersos que están sus habitantes en el territorio, de manera que la diferencia entre lo rural y lo urbano la tomamos dentro de la política pública cuando hablamos de la paz en lo rural y la paz en lo urbano, porque no podemos trabajar de la misma manera en el área rural y la urbana, si tenemos en cuenta todas las situaciones que existen en ambos espacios y, sobre todo, ha sido difícil para nosotros, hemos trabajado en varios documentos que nos permitan trabajar el próximo año y por la pandemia ha sido difícil, el área rural no tiene conectividad a internet en su gran mayoría, por lo que hay muchas falencias de comunicación, en ese orden de ideas hemos diseñado una estrategia comunicacional que esperamos poner en marcha el próximo año y que, con el fin de desarrollarlo y para que no se quede en palabras, lo hemos consignado en el plan de desarrollo municipal”
Reconocer la protesta como expresión y corregir
En cuanto al ejercicio de la protesta social y las posturas que se han dado desde el Gobierno Nacional a las expresiones populares como la Minga del Suroccidente, Esmith Duarte aseguró que lo importante es reconocer a la protesta como expresión popular, “lo que debemos es entender a las manifestaciones, obviamente que sean pacíficas, como una muestra de la inconformidad de la población y si hay una inconformidad, se tienen que corregir y tratar de subsanar estas inconformidades que el pueblo está manifestando. hoy lo están manifestando los indígenas, pero también lo harán pronto los profesores y las centrales obreras y, así, es algo que vamos a ver en lo que queda del año. En eso vamos a estar respondiendo y tratando de responder desde la secretaría de paz”.
“Falta voluntad política en la implementación de los Acuerdos”
Duarte aseguró igualmente, en cuanto a las dificultades en la implementación de los acuerdos de paz con Las Farc, que lo que ha faltado es voluntad política, “definitivamente lo que se necesita es voluntad política, no ha habido voluntad política en la implementación de los acuerdos de paz, si bien ellos no son perfectos y se notó al momento de la implementación, hay sectores políticos que quieren desmontar la JEP y esta es una de las garantías para conocer la verdad en el conflicto y, sin conocer la verdad, no vamos a poder llegar a la paz”, por ello aseguró que uno de los factores mas importantes es que en los territorios, como en Neiva, haya esa voluntad de implementar territorialmente los acuerdos.