Hasta el momento el Festival Cinexcusa en su 17° versión ha contado con la presencia de cineastas, actores, consultores, feministas, activistas y, en la mañana del jueves, fue el momento de escuchar y dialogar con Leyner Palacios, líder social y comisionado de la paz quien, junto a Isabela Quintero, dialogaron sobre las infancias en el conflicto armado.
Antes de entrar en detalles y charlas, Leyner compartió parte de su historia, de cómo fue desplazado forzosamente seis veces y cómo también su vida estuvo en peligro otras seis por amenazas. Este contexto permitió que el público supiera los motivos por el cual es comisionado.
Un conflicto que nos robó la juventud
Colombia ha tenido generaciones de padres y madres que han vivido el conflicto con heridas que no han podido sanar. También con jóvenes que crecieron sin sus referentes y fueron desplazados, no solo de su territorio, sino también de su familia, su hogar y educación.
Según compartió Leyner Palacios y que es compartido en el informe, un aproximado de 16 mil jóvenes fueron obligados y llevados a la guerra, no solo esto, también fueron obligados a asesinar a sus compañeros y a la gente de su comunidad. Produciendo otros tipos de consecuencias, como el que estos no fuesen bien recibidos por sus familias en los casos de regreso y deserción.
Un país que no protegió a sus niños y niñas.
Los y las jóvenes de Colombia no solo tuvieron que sufrir los secuestros de los grupos armados e ilegales, también, que las instituciones dentro de la legalidad los bombardearan.
“Pensemos que la violencia de los niños y niñas está desde mucho antes de la guerra, pero nosotros nunca fuimos capaces de asegurar su futuro”, mencionó Leyner. Niños que para poder ir a estudiar debían pasar por campos minados, por ríos y por campamentos, campamentos de los cuales muchos no salían de ahí cuando pasaban. Esto era intencional, “los grupos armados tenían como estrategia construir sus campamentos cerca de los colegios”, para así poder reclutar.
Un conflicto racista, pero con chispas de esperanza.
“El conflicto armado tuvo una dosis alta de racismo” y mientras menos visibles eran los pueblos, más cruel e intensa era violencia. “¿Cuántos sabemos que en Colombia existen 115 pueblos indígenas, de los cuales 60 están en peligro de extinción?” Leyner preguntó y finalizó resaltando la importancia de reconocer la diversidad étnica del país.
Por último y antes de finalizar el conversatorio, dentro de las preguntas hacia él, quisieron saber cómo él hacía para no perder la esperanza. Cuya respuesta fue “porque les veo a usted, veo a la gente que sigue trabajando y apostando por la paz”, porque ve a su hija y recuerda todo lo que han vivido y superado.
“A pesar de, hay que seguir viviendo”, finalizó Leyner Palacios.
Por: Walter Villabón.