Por: Juan Sebastián Arias Palomá.
Elena Poniatowska, una de las periodistas y escritoras más queridas y respetadas de las letras hispanoamericanas compartió una charla cálida y amena con el director de WMagazín Winston Manrique.
En esta nota hicimos una selección de algunas de sus frases para los lectores de las bitácoras Cinexcusa:
- “Contar las historias de los famosos me era previsible, podía imaginar lo que me contarían, aburrido. En cambio, la voz de la cotidianidad era un mundo nuevo para mí, imprescindible y fascinante, distinto al mío. Bastante creativo. Ese mundo me dio mucho más que mi propio mundo”.
- “Soy un Sancho Panza femenina. Una escritora que no puede hablar de molinos porque ya no los hay. En cambio, lo hace de los andariegos comunes y corrientes que cargan su bolso del mandado, su pico o su pala, duermen a la buena ventura y confían en esta cronista impulsiva que retiene lo que le cuentan”.
- “El poder financiero manda no solo en México sino en el mundo. Los que resisten, montados en rocinante, seguidos por Sancho Panza, son cada vez menos. Me enorgullece caminar al lado de los ilusos, los destartalados”.
- “Antes de García Márquez éramos los condenados de la tierra. Pero con Cien Años de Soledad le dio alas a América Latina. Y es ese gran velo el que hoy nos envuelve, hace que nos crezcan flores en la cabeza”.
- “Ahora las mujeres tienen mayores oportunidades que antes. Ya hay mujeres empoderadas, mujeres que defienden muy bien sus causas. No solo mujeres que lloran como sauces al borde del rio porque se va su hombre. Al contrario, ellas mismas ya son el rio”.
Las mujeres y sus luchas generacionales
- “El quehacer doméstico, en general, era la posibilidad de solvencia económica de las mujeres del campo. El venir a la ciudad y trabajar en la casa de las mujeres que querían pagarles. Donde muchas de ellas pudieron estudiar y ocupar un lugar más alto socialmente que si se quedaban en el pueblo”. (Hilo 1)
- Y darles educación a sus hijos (Testimonios): “Mi mamá era cocinera en una casa, mi mamá era criada, mi mamá hacía las camas, mi mamá limpiaba los escusados. Y gracias a ella, estoy donde estoy. Un cambio social radical a través de la fuerza de muchas mujeres”. (Hilo 2)
- Frente a los feminicidios Elena respondió con un estribillo de José Alfredo Jiménez: “Camino de Guanajuato la vida no vale nada, la vida no vale nada. Hay un culto hacia la muerte, al punto que el muerto se vuelve la persona más respetable de la tierra, se les hace hasta monumentos”.