Por: Juan Sebastián Arias Palomá.
Al autorizar el ingreso del auditorio de la Universidad Surcolombiana, Olga Tony Vidales, para las proyecciones cinematográficas en el Festival, es virtud encontrar diversidad de rostros, atuendos y arandelas autóctonas que enarbolan la exposición cultural del Cinexcusa. Exposición cultural, enfilada en la inclusión de derechos sociales, pregón de Óscar Prieto, sociólogo e investigador en áreas de desarrollo rural, invitado del Festival de cine de Neiva.
Entretanto se acomodan en las rojas sillas del auditorio Vidales una amalgama de escolares y demás público presente; Óscar se empodera del micrófono y comienza su dialogo sobre los problemas ambientales y rurales de Colombia. Tan agudo el horizonte, que en los últimos 50 años <periodo aproximado de la guerra con las Farc> se perdieron 3 millones de hectáreas, un aproximado de 2.2 billones de daños medioambientales. Afirmo Óscar Prieto.
“Según Semana Sostenible, sólo en el Caquetá y Guaviare se deforestaron 4.000 hectáreas de bosques desde octubre del 2016”, ¡espantoso! Dice con firmeza el sociólogo. Para las zonas de conflicto proliferaron en el ordenamiento jurídico unos retos ambientales. Los cuales, buscan procrear una buena convivencia entre el medio ambiente y el campesino, con tabulaciones equitativas del quehacer con la tierra como: Un 50% para la ganadería, 10% para la agricultura y 40% para reserva o montaña.
La última exposición (reserva o montaña), en procura de preservar el territorio de la maquinaria multinacional, previniendo exploraciones que deteriorarían en su totalidad fuentes de vida como humedales y zonas verdes, acentúa Óscar. Otra afújia, es introducir en el ordenamiento jurídico colombiano al campesino como un sujeto social garante de derechos. Sin tal facultad, se le desconoce su derecho de propiedad a la tierra. En consecuencia, su despojo sería inminente.
Una señora del público de sombrero acaramelado, con aumento en sus lentes y de experiencia por sus líneas marcadas en su frente, pregunta: ¿Cómo un campesino no tiene derechos vigentes? En réplica de su intervención, Óscar Prieto recuerda el censo de 2014. Tres años transcurridos del último censo y el campesino aún sigue por fuera de una categoría. “La lucha en la que estamos y deberían estar todos los colombianos, es devolverle a cada uno de nuestros campesinos las categorías, facultades y derechos, para que puedan continuar en el ejercicio productivo de la tierra, pero con garantías de parte del Estado; sin el miedo aberrante de embargo, ni el banco pendiente de hipotecarlo”.
“Tenemos que narrar y recontar los años negros”
Luis Fernando Pacheco, Abogado y Especialista en Asesoría Personal y Familiar habló de los retos y desafíos del post-conflicto. Experto en conflictos por sus experiencias en Argentina, El Salvador y Perú, manifiesta el choque de trenes en algunos puntos y la luz verde en otros. Por un lado, la implementación de la reforma rural integral será la de mayor complejidad por intereses económicos que no quieren repartir equitativamente la tierra. Al igual que la falta de garantías en el ámbito de titulación de la tierra y la falta de memoria histórica sobre los dueños originarios de predios en el país, deteniendo la homogenización territorial.
Lo que nos sorprende a todos los colombianos es que el punto tres <desarme del grupo insurgente> se cumplió a cabalidad. Es un gran paso que debe motivar el resto de puntos para su correcta implementación. Porque depende de nosotros elegir a idóneos congresistas para que logren reformas estructurales, además de presidentes que luchen por acabar con los cánceres bélicos o no de nuestra sociedad.
¡Insisto! Exclama Pacheco, el tema de victimas será bisagra en la eficiente implementación de los acuerdos. “En palabras claras, la cancillería y demás dependencias gubernamentales no deben emplearse únicamente en la búsqueda de recursos económicos con otros países. Porque el tema de la paz en Colombia pasará de moda algún día en la agenda internacional. Y cuando llegue ese momento, ya sin recursos externos, vamos a quedar cruzados de brazos”.
Consecuentemente, inicia la espontanea ronda de preguntas. Allí, una señora de piel mulata, cabello corto y blusa de flores de primavera, hace una reflexión. Comenta que en 47 años de guerra que padeció, entendió que el odio hacia el otro no lleva a nada y el perdón comienza con escuchar al otro. Matarnos unos a otros no tiene razón de ser.
“Vivir el humor para morirse de la vida”
No eran las 6 de la tarde y los alrededores del auditorio Vidales no daba abasto para la llegada de Vladdo, Caricaturista, periodista e ilustrador de la Revista Semana. Ganador del Premio de Periodismo Simón Bolívar.
- “No pensé que en una ciudad tan Uribista vendría tanta gente” de inmediato rompe el hielo con el público.
- “Ni los candidatos saben quiénes son los candidatos, los únicos que saben son Cambio Radical cuando descubren a un bandido”.
- “Desde el 86 vivo incomodando a la clase política colombiana, por ende, he sido difamado y señalado en muchas oportunidades”.
- “Si fuera chistoso todo el tiempo terminaría como congresista, patético”.
- “En su momento le dije al General Bonnet que no solo las guerrillas reclutaban menores de edad, ustedes también. Yo soy un ejemplo de ello, porque a los 16 años que terminé el colegio tuve que pagar servicio militar”.
- “La franqueza en la esfera pública, presiona los cambios generacionales”.
- “Busqué por todos lados una mujer que me entendiera y no la encontré, me tocó inventármela, ella es Aleida”.