Por: Juan Sebastián Arias Palomá
La decimo sexta versión del Festival de cine de Neiva Cinexcusa, nuevamente, levanta el telón escénico de una coyuntura álgida y ancestral. El ambiente es el foco para los reflectores, por la mirada aguda, en propiedad y consciente de Francia Márquez Mina. Lectura ambiental y social que estuvo tras bambalinas por décadas; sucumbida en ostracismo y segregación, permitiendo el auspicio del extractivismo en los territorios, que ahora Cinexcusa proyecta en sus pantallas.
Mujer afro en luchas ambientales y sociales
Justifica Francia Márquez que, para entender y reparar el machismo y racismo sistemático, debemos tener una visión desde lo colectivo, comunitario y social. No sirve luchar por los derechos de unos, si desconocemos los de otros. Asimismo, acentuó en construir una casa común habitada por la “familia extensa”. Aquella donde el todas, todos y todes viven en igualdad de condiciones.
Con voz serena y frunciendo la mirada hacia la cámara, Francia recordó su pasado doméstico donde protagonizó la humillante tercerización laboral, sumando a la extensa lista de violencia, la ignominia que padecen la mayoría de mujeres étnicas y rurales.
Acto que, retornó a Francia a la siembra de yuca. Descartando la mirada obtusa de que las ciudades son sinónimo de civilización, encarnando la lucha principal del siglo XXI contra el patriarcado colonialista. Haciendo intrínseca la reivindicación del trabajo comunitario y ambiental, “aunque venga en empaque de plástico, no es fuente de vida”, dijo Francia Márquez para redondear
El sistema capitalista oscureció la mirada de lo obvio pero fundamental. Nos llevó a desconocer lo trascendente del cultivo orgánico, la preservación del agua y el cuidado del oxígeno sobre los ecosistemas. La industria y el mercado tienen que entender que, sin los recursos naturales, la economía no es más que alaraca. En Colombia, por ejemplo, cómo es posible que con tanta biodiversidad no producimos lo que nos comemos.
Soy porque somos
El activismo ambiental nace desde que una madre ve a su hijo con hambre; y cuidar la casa grande radica en que todos vivamos en óptimas condiciones. Porque de manera directa o indirecta, todos y todas tenemos responsabilidad por la crisis ambiental.
Ya Mandela lo dijo con su Ubuntu, “soy porque somos”. Fuerza en procura de emancipar las libertades raciales, de género, ambientales y sociales para todos los seres vivos huéspedes de la pacha mama.
Así, culminando su magistral intervención, despide con pronunciada sonrisa a toda la comunidad del Cinexcusa. Para Francia Márquez Mina, un abrazo ancestral.