Marco Avilés, periodista y escritor peruano conversó con el docente universitario Eduardo Tovar sobre el racismo que persiste en su país, en América Latina y en EE.UU. y sobre su libro ‘No soy tu cholo’, obra de Avilés que retrata la discriminación racial que data desde la conquista de América.
Por María Jimena Bello-Martínez
La palabra cholo se escucha en Ecuador, Bolivia, México, EE.UU.; es despectiva e indica que una persona es inferior. En Perú es una manera de insultar a las personas indígenas. “Inca Garcilaso de la Vega, un cronista peruano de la época de la conquista registró que la palabra cholo significaba perro. Pero con el pasar del tiempo esta palabra ha sido usada insultar a los indígenas que habitan los Andes. Es usada para tratar a una persona como animal. Sin embargo, hoy estamos viendo un uso y reivindicación de la palabra donde ser cholo es una cuestión de orgullo”, señaló Marco Avilés.
Racismo en el Perú
Eduardo Tovar, recordó el hecho de que entre 1996 y 2000, Alberto Fujimori, presidente del Perú en aquel entonces, ordenó esterilizar a más de 200.000 mujeres, la mayoría indígenas, entre 1996 y 2000. Al respecto Avilés enfatizó que “por fortuna Fujimori está en la cárcel. Esta visión del caudillo adinerado que termina su vida entre riquezas está cambiando. Además, no ha sido fácil para la mujer indígena hacer su voz y reclamar. Ellas hablan en otra lengua. Por fortuna estos actos se han denunciado, pero es necesario continuar la reivindicación de estas voces a través las luchas sociales”.
En el Perú el racismo y el clasismo están muy arraigados. Respecto a la discriminación de clases sociales Marco señala que “en la base de la sociedad siempre estarán los indígenas y arriba las personas mestizas y blancas. Es una realidad incuestionable. Esto tiene a cambiar, pero aún no se sabe cómo”.
Además, Marco asegura que “en nuestras salas de redacción casi no hay personas afrodescendientes o indígenas. En Perú, ni afroperuanos ni indígenas presentan las noticias y en los telediarios son hombres blancos”.
Racismo en EE..UU
Marco está radicado en los EE.UU. es un ciudadano con derechos y privilegios; sin embargo, conoce la marginalización de los inmigrantes “los latinos hemos visto mucho sufrimiento. Con el contexto del Covid-19, el gobierno de Donald Trump decidió no renovar visas y eso afectó a muchos estudiantes universitarios que no pudieron regresar. Pero paradójicamente la economía en EE.UU. se ha sostenido gracias a la esclavitud de plantación. Hecho que perdura en el tiempo con la explotación de los latinoamericanos indocumentados, es decir personas sin derecho. Las empresas legales tienden a contratar de manera ilegal a personas inmigrantes. Un discurso de doble moral. Las políticas raciales marginan. No se trata de expulsar la mano de obra sino de mantenerla controlada bajo el medio”.
Cinexcusa, espacio para exorcizar el fantasma del racismo
Resulta que a veces el periodismo es cómplice. “Con la muerte de George Floyd, el periodismo de América latina puso este hecho como tendencia, pero estos discursos no deben desaparecer de las agendas mediáticas, sino que se deben convertir en una tarea permanente” enfatiza Avilés.
Es común escuchar la frase familiar “mejorar la raza”. Humor de mal gusto que se ve reforzado por los medios de comunicación. “En la tele, por ejemplo, el humor para representar a una persona negra es muy violento: labios grandes y exageradamente negra, salvaje y bruta. En la vida cotidiana, los medios nos enseñan (y absorbemos) ideas racistas” señala Avilés.
Sin embargo, Avilés reconoce que los espacios culturales como el Cinexcusa son importantes para derribar esas ideas racistas “necesitamos espacios que nos ayuden a pensar (y eliminar) esos discursos racistas. Eventos como este y medios de comunicación son vitales porque ayudan a cultivar la duda, la pelea por una sociedad mejor e igualitaria.