Por: Sonia Catalina Castañeda

Desde las 2:00 p.m el auditorio Olga Tony Vidales de la Universidad Surcolombiana se encontraba con largas filas de estudiantes a la espera de ingresar para el conversatorio: el ambiente, víctima silenciosa del conflicto con los invitados Juan Miguel Alvarez, periodista y ganador del Premio Nacional Simón Bolívar; y Paulina Yañez, comunicadora social y periodista de radio nacional en la emisora de paz de Algeciras. 

“Hemos perdido la guerra” con esta frase célebre de Juan Miguel, se dio inicio inicio a las 2:30 de la tarde del viernes 18 al conversatorio. El auditorio contó con una gran participación de personas, dato que el invitado principal notó y mencionó. Miguel, empezó haciendo una crítica al hecho de que los temas ambientales son asuntos recientes en la agenda de Colombia, y también en las universidades el periodismo ambiental es algo nuevo en sus contenidos educativos. 

Para profundizar en el tema del conflicto y el medio ambiente, Juan Miguel Alvarez inició a contar una historia que conoció en su labor como reportero sobre las afectaciones del glifosato para el medio ambiente y los seres humanos. En ese contexto, dijo, Colombia no era consciente de que en esas zonas ambientales, había gente y terminaban causando conflictos entre quienes habitan en esas tierras. “Para el gobierno solo hay recursos naturales, no comunidades”, y quienes viven allí se han hecho matar para defender su territorio. 

“Parece que los árboles son nuestros enemigos”, expresó Miguel, haciendo una reflexión también sobre la importancia de luchar contra la tala de árboles y que debemos querer a nuestros ecosistemas. Para finalizar el conversatorio, el público tuvo la oportunidad de participar realizando preguntas al invitado sobre su ejercicio periodístico y creación de crónicas. 

El segundo evento del día, finalizó con la proyección de la película “Yo vi tres luces negras” dirigida por Santiago Lozano Alvarez y galardonada con varios premios, entre ellos el Boccalino de Oro en el Festival de Cine de Locarno. Una película que relata el conflicto en el que se ven atrapados sus habitantes, pero también la poesía y la música que habitan al interior de la selva. 

Por: Sonia Catalina Castañeda Barrientos

¿Qué es el cambio climático? preguntó Armando, mientras miraba a la audiencia reunida en el auditorio. La pregunta tan simple y a la vez compleja, resonó entre los presentes. Los murmullos recorrieron las filas hasta que una mano se levantó “es el aumento de la temperatura del planeta” dijo un estudiante, y así participaron varias personas del público presente durante este conversatorio con el que se dio inicio al tercer día del Festival Cinexcusa el viernes 18 de octubre a las 8:30 de la mañana en la Universidad Surcolombiana. 

Con Estefanía Ramirez, ingeniera ambiental y co-fundadora del Festival Libro al Río; y Armando Russi, presidente de la cámara internacional de negocios climáticos se realizó el conversatorio llamado: negacionistas del cambio climático. Un espacio en el que el público tuvo participación activa durante la conversación que sostuvieron Estefanía, encargada de moderar y Armando, invitado principal. 

“Negacionista también es el que no hace nada, el que no actúa frente al cambio climático”, expresó Armando, después de explicar al público presente qué era el cambio climático, y aclarar que él no era negacionista, el cambio climático es una realidad; sin embargo, negacionista no es solo aquel que no cree, sino también el que no hace. Frente a esto, Estefanía habló sobre la la llamada “ansiedad climática” que viven actualmente los adolescentes y jóvenes, preguntándole al invitado, qué pensaba sobre esto. “Estamos y tenemos que aprender a vivir con esa ansiedad”, dijo Armando. 

Sobre lo anterior, él explicó que estamos en un planeta dañado y que todos tenemos el afán de hacer cosas, sin embargo, no hay nada que podamos hacer, no hay retorno. “La sostenibilidad es una falacia, la naturaleza no es equilibrada, es caótica, el mundo se está dañando desde que se empezó a crear. Esto generó diferentes reacciones en el público, que estaban muy atentos a cada una de las palabras que decía Armando. 

“Sostenibilidad es que actuemos”, continuó diciendo a modo de reflexión y haciendo una crítica a esa visión que tenemos de “salvadores del planeta”, ya que nosotros no lo vamos a cambiar, solo estamos tratando de que no sea tan difícil para todos. Mencionando también que hay que tener “humildad climática”, entender que no vamos a cambiar las cosas y aunque cada acción cuenta, lo hacemos es por nosotros; finalizando su intervención con una opinión impopular como él mismo lo dijo. 

Se realizó una ronda de preguntas donde los participantes estuvieron muy motivados e interesados por conocer más sobre el cambio climático y las acciones que se realizan  para cuidar al planeta, tanto de forma individual como también lo están haciendo las empresas. Hubo varias preguntas y muchos querían participar. Incluso, después de terminado el conversatorio, algunas personas salieron con él del auditorio y siguieron conversando. 

El primer evento del tercer día finalizó con la proyección de la película “La tierra prometida”, una obra de drama histórico épico, dirigida por Nikolaj Arcel y seleccionada para competir por el León de Oro a la mejor película en el Festival de cine de Venecia 2023. 

Por: Sonia Catalina Castañeda

“Esa idea de reciclaje que se nos vendió como solución, nos mantuvo con los ojos puestos en una mentira y en la responsabilidad individual” expresó Santiago Rivas, artista plástico y presentador de Los Puros Criollos; ante un auditorio lleno de un público expectante y atento a cada una de las palabras que expresaba el invitado. 

El último evento del segundo día del Festival, estuvo lleno de reflexiones y cuestionamientos alrededor del arte, las protestas y su efectividad en el contexto social, político y ambiental. A las 6:30 de la tarde del jueves 17 de octubre, en el auditorio Olga Tony de la Universidad Surcolombiana, se realizó el conversatorio “un tomatazo para la Mona Lisa”, moderado por Juan Perdomo, diseñador gráfico y el presentador y artista plástico Santiago Rivas como invitado principal. 

Para Rivas, el arte es fundamental, ya que es la memoria y el patrimonio de la humanidad. Y las formas de protesta que sea realizan alrededor de este, por ejemplo, los activistas tirando sopa al cuadro de La Mona Lisa, deben evaluarse de qué forma son efectivos y no cómo se realizan; y ante esto, comentó: su efectividad es que en este momento estamos hablando sobre eso, son prueba de qué tal vez si funciona. ¿Qué carajos nos importa La Mona Lisa de cara a esto? 

Además, agregó que el ser humano no puede no crear, ya que esa es nuestra forma de ser y de habitar. Aunque la responsabilidad del arte no es protestar y no es su función histórica, sí comunica la pulsión interna de una persona y la hace universal. “Necesitamos del arte y de la memoria del arte”, comentó Santiago, a la vez que mencionaba cómo las galerías convirtieron el arte en un negocio. 

Durante esta conversación que sostuvieron Juan Perdomo y Santiago Rivas,  cuestionaron la forma en cómo las personas ven las protestas, preguntándose: ¿Qué tenemos que hacer para que sea efectivo y te guste? Haciendo una crítica a cómo la sociedad ve cualquier tipo de protesta, y opinando en contra de ellas. Mencionando también que, la mayoría de estas son respuesta a la impotencia que sentimos ante una sociedad que la genera. 

Las risas no faltaron en el auditorio, pues lo que caracteriza a Santiago es su estilo cómico y satírico al momento de realizar cuestionamientos y críticas sociales, políticas y ambientales. El público presente disfrutó de una conversación enriquecedora, llena de reflexiones y críticas con las que la mayoría estuvo de acuerdo. 

El humor característico de Santiago generó que los participantes estuvieran atentos y además, con ganas de que la conversación siguiera por más tiempo; razón por la cual, al finalizar el conversatorio, hubo muchas preguntas y participación por parte del público. La mayoría lo felicitó por su trabajo, y las preguntas que realizaron giraron alrededor de las protestas y del arte, aterrizando esto a lo local y las formas de protesta dentro de la universidad.