Por: Sonia Catalina Castañeda
En esta ocasión el tema central del conversatorio fue la salud mental, y quienes nos acompañaron fueron Julián Vanegas, psicoanalista y Monica Silva administradora pública; quien nos relató su experiencia e historia de vida sobre su salud mental y cómo ha sido su proceso y el de las personas a su alrededor desde que fue diagnosticada con trastorno afectivo bipolar.
“La salud mental es como cualquier otra enfermedad”, así lo manifestó Mónica Silva en esta actividad del martes a la mañana en el auditorio Olga Tony Vidales.
“Fue muy positivo darle nombre a lo que sentía”, mencionaba Mónica mientras conversaba con Julián y le contaba que fue un proceso difícil para ella y para su entorno el tener que lidiar con todo lo que estaba pasando, sin embargo, el apoyo de su mamá fue y ha sido fundamental en su proceso; el aceptar y reconocer su enfermedad lo hace aún más liviano.
A pesar de que era temprano y la mañana estaba cálida, el auditorio se encontraba lleno de personas que estaban expectantes ante la historia que relataba Mónica y asentían sus cabezas ante comentarios como “no tener un diagnostico, no significa que no haya historias”.
“Soy anormal y eso me hace muy feliz”
En su relato, Mónica comentó que muchas veces se veía a las personas que padecían alguna enfermedad mental como “seres anormales con un daño”, por lo que ella ante eso manifestaba que nació para ser diferente.
Las personas allí presentes se mostraron interesadas en querer participar y aportar sus opiniones, preguntas y comentarios sobre la salud mental, aterrizándolo un poco a la ciudad y a sus propias historias. Para Mónica hablar abiertamente de este tema significa no victimizarse, sino visibilizarlo, pues como ella lo manifestó: “pedir ayuda es un acto de valentía, pedir ayuda salva vidas”.
Una vez terminado el conversatorio con Mónica y Julián, se dio inicio a la proyección de la película “Close”.